Los padres no deberían aspirar a conseguir lo que no se preocupan por conseguir. Sin ir más lejos: ¿Cómo pueden pretender que su hijo mantenga la atención para resolver un encajable si apenas juegan con él? –por no hablar de comer solos con la cuchara, ponerse solos los zapatos, etc.–. Mi amiga entonces resuelve: “Es que es muy fácil echarle la culpa a los padres, pero el buen profesor debe saber motivar a cualquier niño”. Pero, yo, que soy un puñetero, le contesto: “Sí, claro. Si tengo una clase de veinte skins en 4º de ESO...
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