"El único sitio amable de toda la Alameda era la plaza de los travelos. «Ay, rockero guapo, ¿dónde vas?», me decían [risas]. Como llevaba pantalones de cuero, en el lado de la polla se me hacía siempre una arruga gorda, y los travelos flipaban: «Ay, qué paquetón. Qué lametón te pegaba yo. Vamos a poner cien pavitos cada uno y nos vamos al políngano a comprar un cartucho de vaso, rockero guapo» [risas]. Esa era la cantinela. ¡Lo único amable de la Alameda, quillo! [risas]. Todo lo demás, palo duro como no he visto yo en otros sitios"
|
etiquetas: dogo , entrevista