Desde mediados de la primera guerra mundial hasta mediados de la segunda se utilizaba la detección acústica pasiva para detectar el ruido de los motores de los aviones. Se utilizaban grandes cuernos que permitían tanto detectar el sonido a gran distancia como deducir la direccionalidad, es decir localizar el objeto. Puesto que la separación entre los cuernos era mayor que entre las orejas humanas la localización se volvía mucho más fiable.
|
etiquetas: cuerno , radar , detección acústica pasiva , alfred rawlinson