Ray Bradbury escribía epopeyas a su pesar. En Crónicas marcianas, el primer astronauta que aterriza en Marte no muere en un acto heroico o devorado por un monstruoso ejemplar de la fauna local, sino de la manera más pedestre imaginable: asesinado por un marido celoso.
|
etiquetas: marte , ray bradbury , crónicas marcianas