Fue en agosto de 2016 cuando se diagnosticaron dos casos de esta enfermedad infecciosa: un hombre de 62 años que falleció después de que le picara una garrapata portadora del virus cuando paseaba por el campo en Ávila y la enfermera que lo atendió en el Hospital Infanta Leonor de Madrid. Los investigadores han concluido que la variante del virus que infectó a estas dos personas tiene una huella genética propia del linaje africano de la enfermedad y no guarda relación con la cepa presente en Europa del Este...
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