No importa la intensidad de la narrativa, la emotividad de la banda sonora, la compatibilidad demostrada por los protagonistas, ni siquiera importan los efectos sonoros naturales del ósculo. Cuando las miradas de los enamorados se cruzan y sus labios se acercan, no importa lo sensible que sea el jugador… esto no es lo de Lo que el Viento se Llevó.
|
etiquetas: besos , videojuegos , bésame