Entrevistamos a la periodista francesa Stéphane Horel, encargada del informe que denunció las presiones de la industria para no regular los contaminantes hormonales. Los envases de plástico como los tuppers, los utensilios de cocina, los pesticidas, los perfumes, la ropa o los componentes informáticos, entre otros muchos productos que nos rodean, tienen algo en común: los llamados contaminantes hormonales, también conocidos como disruptores hormonales, interruptores endocrinos o simplemente EDC.
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