Al incluir los olores para acercarse a las obras de arte del pasado se recupera el olfato, un sentido denostado por una cultura que prioriza lo visual. Cuando comúnmente, a modo de juego, se le pregunta a alguien que prescinda de uno de sus 5 sentidos, el primero en caer suele ser el olfato…Una experiencia sensorial en una exposición es más inclusiva. Una persona invidente podría, por ejemplo, también viajar en el tiempo a la Holanda del XVII a través de los olores y fragancias recreadas.
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