El 15 de junio de 1991 la segunda mayor erupción volcánica del siglo XX, la del Monte Pinatubo en el norte de las Islas Filipinas, arrojó a los océanos 40.000 toneladas de polvo de hierro. Tras ese suceso el nivel atmosférico de CO2 descendió y subió el de O2. Aquella erupción es, seguramente, la mejor prueba a favor de una hipótesis formulada en 1988 por el científico John Gribbin, quien propuso que añadiendo grandes cantidades de hierro soluble al mar podría atenuarse el cambio climático.
|
etiquetas: filoplancton , cambio climático , hierro , co2