Una investigación realizada por el arqueólogo Andrés Fernández y la historiadora Maribel Brenes sobre el éxodo andaluz en 1937 duplica el número de personas que tuvieron que andar el camino de Málaga a Almería, la carretera de la muerte.“En estos trabajos se puede ver la capacidad del hombre de llegar al horror en el sentido más estricto de la palabra”, concluye Fernández, que destaca especialmente la ternura de los abuelos y abuelas que sufrieron a lo largo de la vida la pérdida de sus padres, familiares cercanos, la represión, el hambre.."
|
etiquetas: malaga , refugiados , guerra civil