Respondiendo a la interpelación de que el terrorismo y sus atentados suicidas se autodenominan como sacrificio, es una inversión completa del sentido. El sacrificio védico salva, porque es un viaje hacia los dioses, mientras que el asesino suicida, el kamikaze islámico, por ejemplo, hace una ritualización de la destrucción pura. La violencia tiene un significado que va más allá y que se conecta con hechos muy antiguos. La extrañeza de nuestro tiempo es que invierte los hechos originales como lo haría un espejo, lo cual es muy peligroso.
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