El éxito de aquel marinero tuerto y cachas, con tatuajes de anclas y una pipa en la boca como seña de identidad, fue tal que Popeye terminó siendo el protagonista y comiendo espinacas para conseguir una superfuerza que le hacía vencer a todos sus enemigos. Es más, la influencia de aquel personaje fue tan grande que, entre 1931 y 1936, el consumo de esta verdura subió en Estados Unidos un 33 por ciento.
|
etiquetas: popeye , espinacas , alimentación , cómics , dibujos animados