Da igual la marca, da igual si te están vendiendo ropa, accesorios o perfumes, que la actitud y la postura que se repiten hasta el hartazgo es la de una mujer tirada en el suelo y con expresión de no querer vivir más. Desde todos los anuncios de TV, prensa, redes sociales y lonas gigantescas colgadas por todas las ciudades, hace tiempo que se viene haciendo fuerte la tendencia de mostrarnos como seres desprovistos de fuerzas. La apatía y la vulnerabilidad como el summum de la feminidad.
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