Por lo general, nadie quiere pasar por taquilla para ver una película lamentablemente realizada pero, en ocasiones, ese plan puede ser más divertido que digerir uno de los dramas que acaparan estatuillas o los elogios de la crítica. Con el ánimo y la compañía adecuada para disfrutar de un visionado donde debe apreciarse el humor involuntario, el guion absurdo, las torpezas técnicas o las inverosímiles interpretaciones.
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