El más espectacular uso de la electricidad en medicina sigue siendo evocador del momento en que Frankenstein le da vida a su criatura: es el desfibrilador. En 1899, los investigadores Jean-Louis Prévost y Frederic Batelli descubrieron que una descarga eléctrica podía provocar la fibrilación (el latido irregular del corazón, que lleva a un fallo catastrófico) mientras que una descarga aún mayor podía invertir el proceso, regularizando el ritmo cardíaco.
|
etiquetas: medicina , electricidad