De repente despiertas. Estás montado en tu coche y empiezas a oír cómo los demás conductores pitan con impaciencia. ¿Por qué? Debe ser por ti, pues delante no hay más coches. Te dispones a seguir adelante, pero ¿adónde? Por más que miras a tu alrededor, no consigues orientarte. Temblando, avanzas con cuidado, pensando irremediablemente: 'Me he perdido'. 'Bueno' -intentas decirte a ti mismo para tranquilizarte- 'Pensemos: ¿a dónde quería ir?'. Por más que te esfuerzas... nada. No hay nada. 'Me voy a casa ahora mismo, hasta que esto se me pase'.
|
etiquetas: alzheimer , demencia , psicología