En Mayabeque, la venta liberada de huesos de res se ha impuesto como alternativa para llevar algo de carne roja al plato de muchas familias.
“Es el producto que siempre nos encontramos cuando vamos a la carnicería. Junto a los huevos, que también parecen ser ‘punto fijo’ en la pizarra”, comentaron a CubaNet consumidores de una de las carnicerías estatales del municipio Nueva Paz.
La pasada semana, “La especial”, uno de los establecimientos de dicho municipio, recibió un envío de una tonelada de huesos de res proveniente de la procesadora de cárnicos ubicada en San Nicolás. Los camiones que trasportan este tipo de mercancía no cuentan con los equipos de refrigeración adecuados. Por lo que algunos clientes que presenciaron la descarga de los huesos percibieron un fuerte olor que penetraba todo el lugar.
“Desde que descargaron los huesos sentí un fuerte olor a podrido. Estaba de paso por la carnicería para ver si había entrado algo porque no tenía nada que cocinar ese día. Vi como descargaron en unas sucias cajas todos aquellos huesos, y no me gustó el aspecto que tenían, pero compré 5 libras. Y cuando llegué a la casa, que las puse a hervir para ver si podía sacarle algo de carne, el mal olor comenzó a sentirse más fuertemente”, revela Tania Díaz, vecina que asegura haber comprado los huesos en muchas otras ocasiones, en busca de algo de carne roja para su hija.