Durante la noche del 18/19 de Mayo, cuando la Tierra pasó a través de ella, algunas personas tomaron precauciones mediante el sellado de chimeneas, ventanas y puertas de sus casas. Otros confesaron crímenes que habían cometido, ya que no esperaban sobrevivir a la noche, y algunos, presas del pánico, llegaron al suicidio. Comerciantes emprendedores vendían las llamadas píldoras del cometa (para evitar el envenenamiento) y botellas de oxígeno, se llevaron a cabo servicios religiosos con una afluencia masiva