En 1879, un botánico llamado William Beal enterró 20 botellas de vidrio en un lugar secreto en los terrenos de la Universidad del Estado de Michigan. Cada uno, contenía arena y más de 1.000 semillas. Así comenzó el experimento de germinación de semillas más largo de la historia. Sus aplicaciones van desde el control de adventicias a la germinación de especies extintas. Traducción en
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