No hay mecanismo posible para que un tratamiento sin inyecciones (eso es lo que se contaba) y a base de masajes con unas cremas específicas y de fórmula secreta puedan hacer el milagro restaurador. Por muchos factores de crecimiento o células madre caballares que le añadan al potingue difícilmente conseguirían atravesar la piel y llegar varios centímetros buceando a través del muslamen de Diego Costa a colocarse en el músculo.
|
etiquetas: pseudomedicina , futbol , magufo