El padre de Alatriste increpa a los políticos en los fastos del 2 de Mayo. ¿Y si los discursos incendiarios del macho man de las letras cañís son blandos e inofensivos? Se diría que rajar contra la clase política cuando te ponen la Medalla de la Comunidad de Madrid, delante pues de ministros y autoridades, te convierte en un intelectual insobornable, en la gran voz crítica de tu generación, en el heterodoxo que grita lo que otros callan. Pues eso es lo que ha hecho esta semana Arturo Pérez-Reverte... y no era la primera vez. Por la boca digital
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