Así lo confirma Paul Hyatt, un tripulante a bordo de tan solo 26 años del Medio Oeste de Estados Unidos quien, bajo la protección de este nombre ficticio, detalla las truculentas historias que ha tenido que vivir en su trabajo de "personal deportivo y recreativo" para una importante línea de cruceros del Caribe. Este fue su primer empleo, y para él, resultó ser todo un bautismo de fuego. "Me acosté con solo cinco pasajeros, pero algunos de mis compañeros lo hicieron mucho más que yo", reconoce en 'The Independent'.
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