Su historia podría ser una más de terror pulp de los 50 como las muchas que dibujó. Ingels siempre quiso ser ilustrador, pero cuando fue llamado a filas en la II Guerra Mundial, se le truncó la carrera y se quedó en dibujante de cómics, algo que no valoraba. Sin embargo, su obra se convirtió en el gran icono del cómic de terror de los 50. A él le dio igual. Al llegar la censura a los tebeos, lo dejó todo, abandonó a su familia y desapareció. Décadas después, buscado por fans y editores, apareció en Florida alcoholizado, pero pintando óleos
|
etiquetas: ingels , comic , terror