Obra en la que se refleja el compromiso del artista y su denuncia y desenmascaramiento de la explotación humana y la degradación personal, mostrando la prostitución como una realidad degradante. La pintura deja de ser un campo de representación neutral para convertirse en un arma de beligerancia y denuncia de la hipocresía social.
|
etiquetas: antonio fillol , museo del prado