Para tratar de ofrecer más datos a esos médicos, Balzer pidió los ficheros en formato DICOM y al poco tiempo, cuando a su mujer se le hizo una segunda resonancia, el radiólogo se alarmó al comprobar que el tumor había crecido de forma sustancial. ¿Lo había hecho? Resulta que no: Balzer solicitó el segundo fichero DICOM, lo superpuso al anterior, y descubrió que la imagen simplemente se había tomado desde otra perspectiva. Eso le hizo darse cuenta de lo engañosas que pueden ser esas imágenes, y acabó creando un modelo 3D del cráneo de su mujer.
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