Volcados en la idea de la cultura como ingrediente de ese batiburrillo llamado Marca España, los populares ha entendido la cultura como un reclamo turístico y no como una política pública. Que la gente lea no atrae turistas, es cierto, pero consigue algo mucho más importante y a la larga decisivo: la capacidad de los ciudadanos de aprender y enriquecerse. Aunque eso, al parecer, de Marca España tiene poco… o no. Nuestro país está ocho puntos por debajo de la media europea, que es del 68%. España tiene el 60%.
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