Oliver O’Reilly estaba enseñando a su hija a atarse los zapatos cuando se dio cuenta de algo: no tenía ni idea de por qué los cordones de los zapatos se deshacen repentinamente. Cuando fue a buscar una respuesta, era evidente que nadie más sabía tampoco. Esperaba que los nudos se deshicieran lentamente. La cámara lenta demostró que se deshacen rápidamente y los acelerómetros revelaron que se ven expuestos a fuerzas de 7 g, la misma fuerza experimentada por las cápsulas de las misiones Apolo. En español:
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