Siglos antes de que el fabricante de automóviles Ettore Bugatti colocara la escultura del elefante rampante de su hermano Rembrandt como adorno del capó de su buque insignia de lujo, el Bugatti Royale, el maestro escultor barroco Gian Lorenzo Bernini decoró su carruaje con cuatro de sus propias obras: un conjunto de cabezas gritadoras grotescas de bronce dorado . Las 4 cabezas fueron fundidas a partir del mismo modelo y tienen bocas bien abiertas, cejas arqueadas sobre ojos saltones enroscados hacia arriba, cabello alborotado por el viento.
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Vaya por diosito,yo que me estaba animando y no va a poder ser...