Pero la colapsología no gana sólo adeptos. La razón es que su discurso reivindica tanto conocimientos académicos y consideraciones referenciadas sobre la naturaleza, como intuiciones y, según sus detractores, imaginación. Para algunos, explica France Culture, es un discurso fantasioso que se parece más a profetismo que a ciencia. El filósofo Jacques Bouveresse prefiere hacer todo lo posible para que la catástrofe no ocurra, en vez de anticiparla y adaptar su vida en consecuencia.
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