En teoría, el proceso es bastante simple. Según los investigadores, sería suficiente aplicar a los aires condicionados un filtro que capture el dióxido de carbono y la humedad del aire exterior, además de un electrolizador que descomponga las moléculas de agua para obtener hidrógeno. Combinando las moléculas así obtenidas con el CO2 capturado de la atmósfera, sería posible obtener combustibles hidrocarburos. El resultado: ‘pozos de petróleo sintético’ personalizados, ubicados y distribuidos en edificios o barrios, aseguran los científicos.
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