Los últimos días de vida de Adolf Hitler fueron todo un delirio. Se dedicaba a gritar a todo aquel que cuestionaba sus órdenes y después de cada arrebato de ira se paseaba de un lado a otro por el borde de la alfombra. Además, ordenaba ataques inviables desde su búnker en Berlín mientras que los soviéticos avanzaban poco a poco.
|
etiquetas: hitler , alemania , historia