Las reglas de la OMI para reducir las emisiones de óxidos de azufre entraron en vigor en 2005, en virtud del Anexo V del Convenio MARPOL. Desde entonces, los límites de los óxidos de azufre que los buques pueden emitir han sido progresivamente endurecidos. Por otro lado, las autoridades competentes vienen desarrollando leyes y regulaciones para limitar los niveles de ruido a bordo de los buques y radiado desde éstos al medio marino, con límites también cada vez más restrictivos.
Hace ya mucho, en pleno apogeo de la Revolución Industrial, una mujer ideaba un método para “lavar” los gases contaminantes procedentes de las emisiones de los nuevos ingenios surgidos en esa época, así como otro método para reducir sus vibraciones y ruidos.