Este fin de semana he hablado con algunas personas que entienden más que yo de temas militares y me parece interesante compartir un par de apreciaciones. La primera es teórica. Las siguientes serán prácticas.
Si algo tenemos claro, creo que todos, es que no se puede creer una palabra de lo que dice públicamente el gobierno ruso. No se puede creer nada de lo que dice nadie, pero en el caso de los rusos, la desconfianza debe ser extrema, porque seguían diciendo que no iban a atacar Ucrania cuando sus tropas ya llevaban dos horas invadiendo el país. Seguramente a alguien se le fue la pinza con alguno de los muchos husos horarios del país, o simplemente se estaban riendo de la peña, pero los hechos con los hechos.
De lo que sí te puedes fiar es de lo que ves en los mapas. De lo que la gente hace, a pesar de las declaraciones, las promesas y demás parafernalia verbal. Y los mapas, hoy en día, están disponibles para cualquiera que quiera echar un ojo y hacer unas cuantas mediciones.
En primer lugar, todo, absolutamente todo el material, provisiones y tropas que participan en la guerra tienen que cruzar el río Dniéper, porque todas las operaciones ese desarrollan en la orilla oriental del río y porque el aprovisionamiento, que procede de Occidente, llega por el otro lado. Esto es un hecho. Otro hecho es que el Dniéper es un río verdaderamente enorme, que todo ese material, hombres y aprovisionamietntos hay que cruzarlos por puentes, así que hay que mirar dónde están esos puentes. Y luego tenemos las distancias.
Por ejemplo, desde Cherkassy hasta el frente de Avdivka, hay 600 kilómetros, más o menos lo mismo que hasta Sloviansk, Kramatorsk y Liman. Meterle 600 Km a todo lo que envías al otro lado ya es una barbaridad, pero es que si miramos el mapa, el siguiente puente después de Cherkassy está en Kremenchuk, 130 kilómetros más abajo. Sí, hay 130 Km de río sin un solo puente. En Kremenchuk hay dos pasos, y el siguiente está en Kamianske, 120 Km más allá. Y desde Kamianske al final del río hay solamente nueve puentes más, muy concentrados en un par de ciudades. Los puede contar cualquiera que tenga ganas y cinco minutos para hacerlo.
Desde que comenzó la guerra me vengo preguntando por qué puñetas los rusos no atacan nunca esos puentes, que son verdaderos cuellos de botella por los que hay que pasar armas, municiones y aprovisionamiento diario para aproximadamente trescientos mil combatientes. Porque no es que lo intenten y no lo consigan. Es que no lo intentan y eso no me cabe en la cabeza. Si cortas esos puentes dejas a todo el frente ucraniano en pelota picada, lo obligas a dar unos rodeos inmensos en sus líneas de suministro y el colapso es inevitable. Pero no lo hacen. No lo intentan. Nada.
Y ahí es donde entran en juego las intenciones de Putin, las que vemos, y no las que declara. Si quisiera conquistar toda la franja de Ucrania al este del río Dniéper, que es una franja enorme, atacaría esos puentes, impediría la llegada de suministros y sería trabajo hecho: nueva línea del frente en el río, cada uno a un lado, y cien años de frontera, porque defender la orilla oriental del Dniéper, sin esos puentes, es misión imposible.
Si no los ataca, es muy probable que su intención sea, con el tiempo, atraer a todo el ejército ucraniano hacia el lado oriental del río para, desde el Norte, desde Bielorrusia, conquistar TODO el país cuando esté indefenso. Eso es lo que estamos viendo, y nadie sabe cómo le saldrá el plan, pero si quisiera conquistar un trozo de Ucrania atacaría los puentes. Como no lo hace, es que su intención es quedarse con todo.
Así las cosas, parece probable que la paz no llegue cuando los rusos ocupen el Donbás, ni siquiera cuando logren una buena tajada de otras regiones como la de Jarkov. El tema de los puentes indica que su intención es ir a por el país entero.
No parece muy tranquilizador.
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Como casi siempre, utilizo el mapa de guerra de @Suriyak
Decía Rommel que la guerra en el desierto tenía que ser dirigida por un almirante en vez de por un general, y que a él, que le había tocado ese papel, le quedaba muy claro que conquistar kilómetros cuadrados de desierto era tan soberanamente estúpido como conquistar millas cuadradas de mar.
En el desierto, como en el mar, lo importante es localizar y atacar las unidades del enemigo, destruir sus fuertes, sus puntos de aprovisionamiento, y reducir la movilidad de sus unidades. Lo demás, lo que se avanza o lo que se retrocede, es completamente irrelevante.
En estos momentos, podemos ver de nuevo este fenómeno en la guerra entre Ucrania y Rusia. A Rusia le sobre territorio al que retroceder mientras los ucranianos avanzan en Kursk, De hecho, aunque en algunos puntos parece que los rusos se han limitado a evacuar a los civiles, sin enviar fuerzas defensivas apreciables, los ucranianos han dejado de avanzar, porque le faltan fuerzas para cubrir los flancos del territorio ocupado.
Si convertimos la zona de ataque en un cuadrado imaginario, tenemos que un frente de 50 kilómetros de ancho y 20 de profundidad, es un frente de 90 kilómetros de contacto con el enemigo y 1200 kilómetros cuadrados de éxito. Y para eso, se necesitan unos 20.000 hombres. Si los ucraianos pretendiesen avanzar el doble, o pongamos el triple, tendríamos un frente de 50 kilómetros de ancho y 60 de profundidad, lo que dejaría 3000 kilómetros cuadrados conquistados, pero 170 kilómetros de zona de contacto. Para esto ya necesitas 40.000 hombres como poco, y ojo, porque acabas de alejarte de tus puntos de apoyo y suministro, por lo que necesitarás más camiones que recorran distancias más largas, y a descubierto, que es la situación más peligrosa actualmente, por la presencia de los drones. Y entonces, ¿qué? ¿Seguimos avanzado? Cuanto más te alejas, mayor riesgo corres, sobre todo si no ensanchas el punto de partida. Pues venga: ampliamos la base a 1200 kilómetros, y avanzamos 100 kilómetros. son 10.000 Kilómetros cuadrados de terreno conquistado, y tenemos una zona de contacto de 300 Km, para lo que necesitaríamos cerca de 80.000 hombres.
Pues ahora es el momento de ir a un mapa, y en la región de Kursk trazar ese cuadrado de 100 por 100 Kilómetros y darse cuenta de que equivale a una especie de lunar en el mapa de Rusia. Algo así como si un almirante español dijera que va a conquistar Canadá y ha conseguido llegar con sus barcos a Madeira.
Avanzar, cuando no sabes a dónde vas, se llamó desde siempre perderse. Y esa palabra no ha cambiado.
A raíz de un estudio de la Fundación BBVA sobre pérdida de capital humano en España, El Mundo publica hoy un reportaje donde asegura que en 2022 hubo 531.889 españoles que se fueron de España. Pues bien, ese dato es falso, como puede comprobarse en el INE, ya que la cifra de 531.889 corresponde al total de residentes que se fueron en 2022, pero, de ellos, 390.765 eran extranjeros y 141.124 españoles. Es mas, las salidas se fueron ampliamente compensadas con las llegadas con un total de 1.258.894: 1.120.474 extranjeros y 138.420 españoles.
En el sumario de portada ya no indican españoles y son "personas formadas en España", aunque eso es mucho aventurar, sobre todo en lo referentes a las salidas de extranjeros.
Si nos vamos al desglose de las salidas por grupos de edad que publica el INE, no creo que sea muy riguroso afirmar que todos ellos se han formado en España, incluso de los que los españoles que han salido.
old.meneame.net/story/video-disparan-asesinan-mujer-mano-nino-porta-ba
old.meneame.net/story/policia-ee-uu-mata-hombre-autista-estaba-bromean
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old.meneame.net/story/policia-mata-tiros-joven-19-anos-habia-robado-co
old.meneame.net/story/policia-estadounidense-dispara-mata-joven-afroam
old.meneame.net/story/policia-mata-disparo-cabeza-joven-negro-michigan
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old.meneame.net/story/imagenes-satelite-muestran-fosa-comun-bucha
Como soy de los que no temen equivocarse, precisamente por mi poca autoridad y nulo alcance público, voy a hacer una apuesta, por escrito y con tiempo, de cómo va a acabar el tema de la famosa ley de amnistía para todo el procés y asimilables.
Creo que en unos meses, y no serán pocos, con la impagable colaboración del PP y su filibiusterismo en el Senado, se conseguirá votar una ley de amnistía que perdone todos los casos abiertos hasta ahora por los diversos delitos que se han achacado al procés.
Si, con suerte, se aprueba esa ley, cosa que considero bastante probable aunque no segura, acto seguido PP y VOX llevarán la ley al Constitucional por media docena de motivos, desde que rompe la seguridad jurídica a que las amnistías de este tipo están prohibidas por la Constitución. Lo que sea. Pero un saco de motivos.
En el Constitucional, el PSOE tiene mayoría absoluta, pero coño, sorpresa, el Constitucional declara incosntitucionales varios aspectos de la amnistía, no todos, y lleva el asunto a la casilla de salida. Sorpresón en las Gaunas.
Para entonces, Pedro Sánchez tendrá ya aprobados unos presupuestos, que podrá prorrogar tranquilamente, y tendremos elecciones allá a mediados o finales de 2025. Y no fue cosa suya, joder, que fue el Constitucional. Y el que quiera ganarle una moción de censura, que se junte con el PP y VOX si tiene huevos.
Nada de amnistía. Dos o tres años de patada a seguir, y risas en Moncloa a mandíbula batiente.
¿Alguien se atreve a hacer otro pronóstico?
Hola.
He creado un script para tampermonkey que permite añadir comentarios personalizados tras el nombre de los usuarios de meneame. Me parece que puede ser bastante útil para recordar si alguna vez habías conversado con alguien, o escribir lo que piensas de ese usuario. Bueno, para ser sincero, el script lo ha creado chatGPT. Yo solo sé lo más básico sobre programar scripts.
El contenido de las etiquetas se guarda localmente en el navegador, así que no se conservan si cambias de PC o de navegador. Y supongo que si metes muchas etiquetas tendrás que aumentar la capacidad de almacenamiento de la extensión.
A continuación el código. Tan solo copiar y pegar en nuevo script de tampermonkey. Si alguien quiere modificarlo, mejorarlo, está subido aquí.
// ==UserScript==
// @name Etiquetador de Usuarios para Menéame
// @namespace tampermonkey.net/
// @version 0.2
// @description Añade etiquetas personalizadas a los nombres de los usuarios en Menéame
// @author Fernando_x
// @match www.meneame.net/*
// @grant none
// ==/UserScript==
(function() {
'use strict';
// Función para guardar etiquetas
function guardarEtiqueta(usuario, etiqueta) {
localStorage.setItem(usuario, etiqueta);
}
// Función para cargar etiquetas
function cargarEtiqueta(usuario) {
return localStorage.getItem(usuario);
}
// Añadir campos de etiqueta a cada comentario
document.querySelectorAll('.comment').forEach(function(elem) {
const usuarioElem = elem.querySelector('.username');
const usuario = usuarioElem.textContent.trim();
const etiquetaExistente = cargarEtiqueta(usuario) || '';
const contenedorEtiqueta = document.createElement('span');
const inputEtiqueta = document.createElement('input');
inputEtiqueta.type = 'text';
inputEtiqueta.value = etiquetaExistente;
inputEtiqueta.style.marginLeft = '5px';
inputEtiqueta.style.fontSize = 'smaller';
inputEtiqueta.placeholder = 'Añadir etiqueta';
inputEtiqueta.style.width = '150px'; // Aumentando el ancho de la caja de entrada
// Evento para guardar la etiqueta
inputEtiqueta.addEventListener('change', function() {
guardarEtiqueta(usuario, inputEtiqueta.value);
});
contenedorEtiqueta.appendChild(inputEtiqueta);
usuarioElem.parentNode.insertBefore(contenedorEtiqueta, usuarioElem.nextSibling);
});
})();
Estoy empezando a albergar un rencor... un odio, un resentimiento hacia algunas personas de mi alrededor, y no me gusta.
Gente que prefiere no escuchar lo que le digo sobre el GENOCIDIO que está ocurriendo ante nuestros ojos, que prefieren no ver, que creen (supongo) que les intento adoctrinar o vender la moto.
Soy consciente de que son inconscientes, como lo soy yo, pero no puedo evitarlo.
Ya no los miro igual. Sé que cada uno se implica hasta donde puede, que yo podría hacer mucho más también...
¿Será eso, que me siento culpable por no hacer más? Por no abandonarlo todo y dedicarme el 100% de mi tiempo, ganas, energía y dinero a difundir, a ayudar, a explicar sobre lo que lleva pasando en Palestina décadas.
Desde que estoy en Menéame (desde 2008), como se puede ver en mi historial, es lo único que he hecho: difundir, explicar, responder a comentarios, intentar hacer ver a los demás que no hemos aprendido nada desde el Holocausto (ni antes), que no es un "tema complejo" o "irresoluble", que no hay dos "bandos" a los que es igual de lícito apoyar... Para mí no hay nada más importante, todo lo demás se convierte en irrelevante.
Si siento este resquemor cuando salgo a la calle y veo a la gente tomando su cervecita como si nada, comprando en el súper o preparándose para la Navidad... (cosa que yo también hago) ¿qué sentirán los palestinos de Gaza, abandonados a su suerte por el resto del mundo ante unos criminales con ansias de sangre?
¿Acaso eso fue lo que sintieron las víctimas reales del Holocausto..., que al resto al mundo no les importaba nada su sufrimiento?
¿Acaso es este el sino de la Humanidad?
¿Será esta culpa la que nos arrastre cíclicamente a esta barbarie, a esta locura, a esta sinrazón?
Como no soy nuevo por aquí, ya sabéis que no pienso debatir de quién es culpa lo que está pasando en Gaza. No pienso remontarme a Tito, ni a la colonización británica, ni a la Declaración Balfour, ni a ningún hecho histórico. No soy religioso y no trabajo eso de la culpa. No soy diplomático y no trabajo lo de la responsabilidad, al menos cuando quiero mirar hacia adelante, que es mi intención en estas líneas.
La cuestión es que a día de hoy, han matado a unos 40.000 palestinos en Gaza, de los que alrededor de 30.000 son mujeres y niños. Eso, desde luego, no es un acto de guerra, sino un simple crimen, como lo fueron Auschwitz, Dresde o Hiroshima. Otros vendrán, seguramente, que lo nieguen, lo expliquen o lo justifiquen, pero tampoco me parece que este sea el momento de historiografías.
Lo que sí tenemos, dolorosamente palpitante, es que en la franja de Gaza viven alrededor de dos millones y medio de personas y que la cuestión numérica también importa. El Gobierno israelí puede estar pensando en acabar con Hamás, anexionarse Gaza, exterminar a los palestinos como si fuesen piojos, o las tres cosas. De momebnto, incluso ha recibido apoyo occidental para sus acciones, pero a costa d eun daño reputacional muy importante. Un daño que sufre Israel, lateralmente la comunidad judía internacional, y lateralmente, pero de manera muy grave, el conjunto de países al que se le suele llamar el Occidente Colectivo.
Puedo pensar, como mucha gente aquí, que el deterioro reputacional, de momento, les importa tres carajos al Gobierno israelí. Pero sólo de momento. Cuando los muertos lleguen a 100.000 y falten aún dos millones y pico de personas por asesinar, y hablamos de dos millones y pico de personas sin agua, sin comida y sin vivienda, me pregunto si el deterioro reputacional ante las fotos de gente famélica les sigue importando una mierda. Puede que sí, pero no lo veo claro del todo.
La cuestión numérica importa, y también importa la extensión en el tiempo de lo que está sucediendo, porque los diques a la información se vuelven porosos y los hechos criminales van calando.
El estatus de víctima que había adquirido el pueblo judío después de la hecatombe de los años cuarenta está sufriendo un golpe tremendo. Y tan injusto es eso como ese estúpido complejo alemán de negarse a criticar a Israel por lo que en su día sucedió. No se puede apoyar a un genocidio porque tú bisabuelo haya cometido otro, ni se puede dar por hecho que un señor de Valencia esté apoyando a Netanyahu sólo por ser judío. Ambas son tonteríass terribles, pero así funcionan las cosas, lo sé, en este mundo pendiente del impulso inmediato y le racicionio liofilizado. Esto no se va a arreglar con otra edición del Diario de Ana Frank y otra versión de la Lista de Schindler. Y será malo para todos, y muy en especial para los que menos culpa tienen.
En segundo lugar, los hechos de Gaza y los actuales 40.000 muertos ya son un golpe terrible para la reputación de Occidente y su discurso de crear un orden mundial regido por reglas. Ya hay muchos países que dan la espalda a la hipocresía occidental, y habrá más aún cuando los muertos lleguen a 100.000. Y a medida que crezca el número de inocentes asesinados, ese dañó será aún peor hasta que, en una cifra determinada, caundo el mundo se inunde de fotografías y vídeos de gente enferma, hambrienta, sedienta y a la intemperie, surja la tentación de parar el asunto por las bravas para apuntarse un tanto político descomunal y convertirse en líder mundial.
Es sólo una hipótesis para ilustrar mejor el peligro, ¿pero no sería interesante para Rusia o para China enfrentarse a Israel y ganarse así a medio mundo para su bloque? ¿Qué sucedería en ese supuesto? Prefiero no pensarlo, pero creo que a partir de un número de muertos ese cálculo aparecerá sobre la mesa. Y es un cálculo que no nos beneficia nada, porque no podemos estar ni del lado de la ética ni del lado del interés. Es una cuenta en la que siempre perdemos.
Publicó ayer El Mundo un artículo sobre las relaciones España-Argentina en las que incluían un destacado donde se aseguraba que había 330.000 argentinos viviendo en España, mientras que los españoles viviendo en Argentina eran sólo la mitad, 164.000 personas. Pues bien, si nos vamos a los datos del INE, ambas cifras resultan ser falsas.
Se nota qué grupo tiene pasta. Ver #1
Casi todos los días pasa lo mismo y los errores se acumulan en la prensa española. En el gráfico sobre el IPC que publica hoy ABC han cambiado el orden de los datos y lo que vemos como IPC de enero de 2024 es en realidad de enero de 2023; el diciembre de 2023 es el de febrero; y así sucesivamente. Espero que sea sólo un error y no una manipulación para hacer creer a los lectores que el IPC está creciendo mucho. Los datos correctos pueden consultarse en el INE. Además, también se puede comprobar que hay un truncado en el eje vertical que no está indicado, por lo que la altura a la que aparece 1,9 es menos de la mitad que la diferencia entre este valor y 3,5, cuando debería ser mayor. El gráfico correcto sería así:
Pero no el único ejemplo de hoy. El Mundo publica un gráfico sobre el crecimiento del PIB en que para 2023 poner el dato erróneo del 3,5%, cuando en realidad es el 2,5%. Y no es que se hayan equivocado sólo en la etiqueta, el gráfico está hecho con el valor erróneo.
El problema de los medios españoles es que tienen unas estructuras muy grandes por la cima, con multitud de directores, adjuntos, subdirectores y jefes varios, pero no hacen más que recortar (o rellenar con becarios) los puestos que realmente sacan adelante cada día el periódico, y eso se acaba notando.
Nos sorprende hoy ABC diciendo que el precio de la electricidad en 2023 ha sido ¡un 137,46% inferior al de 2022!. Es el mismo error del post anterior, aumentado porque hay que ser muy negado para los números para no darse cuenta que no puede ser que el precio sea más de un 100% inferior (que ya sería gratis).
Si el precio de la electricidad fue en 2022 de 206,85 euros el MWh y en 2023 ha sido de 87,11 euros el MWh, el precio será un 57,89% inferior en 2023 respecto a 2022 (87,11/206,85=0,4211); o, de forma equivalente, el precio en 2022 fue un 137,46% superior al de 2022 (206,85/87,11=2,3746).
En un artículo de Antena 3 sobre la evolución del número de suicidios entre 2021 y 2022 se asegura que: "En 2022, se suicidaron 75 de ellos, un 41,5% más que ne 2021. Es decir, casi el doble". Podrían haber dicho que es casi el doble, como que son casi igual, con ese sentido del casi. Puede que alguien piense en que a lo mejor se han equivocado con la variación y querían decir que los de 2021 eran un 41,5% menos que los de 2022, que si queda cerca de la mitad, pero si nos vamos a los datos oficiales del INE, no hay duda, el porcentaje esta bien calculado: 53 suicidios en esa franja de edad en 2021 y 75 en 2022, un 41,5% más (75/53=1,415).
Datos de 2021:
Datos de 2022:
Yo ya no pasaba por aquí. Debo admitir que llegué a tener adicción a abrir Menéame por si encontraba alguna noticia positiva o algo que por fin cambiase las cosas. Leía comentarios y me frustraba más de lo que me reía. Y hoy vuelvo a entrar, como las últimas veces que escribí un artículo, aunque esta vez con tristeza.
Debería estar contento porque, con 37 años, he conseguido volver a vivir a España y abrir una fundación tras más de 15 años trabajando fuera. He colaborado con redes de asociaciones, empresas, universidades, el centro de recursos de participación de la Comisión Europea y muchos más.
Trabajo por sociedades más justas y diversas, para que los derechos humanos y la salud mental estén reforzados en barrios y comunidades con más participación. Aunque suene a izquierda, esto siempre había sido base para todos, transversal a ideologías. He realizado proyectos increíbles con ayuntamientos y gobiernos progresistas, conservadores e incluso dictaduras religiosas. Cuando llegué a este pueblo, el partido en control del ayuntamiento había cambiado, del cortijero a los azules. En el bar la frase era: "Yo voté al PP, pero no porque piense como ellos, sino porque había que echar al otro".
Elegí este pueblo porque buscaba un lugar donde dejar de ser un mercenario yendo a implementar proyectos en otros países. Quería hacer aquí todo lo que he aprendido durante esta vida. Al llegar con una sonrisa a ofrecer gratis todo lo que me pagaban para hacer en otros sitios, en el ayuntamiento me dijeron que dejase de ir, que "proyectos de derechos sociales ellos no hacían, y punto".
Este pueblo me inspiró a incluir en los estatutos de la fundación un punto que nunca habíamos abordado antes: volver a darle vida a edificios públicos en desuso. Había una antigua escuela taller de restaurante y otra de hotel, una al lado de la otra. La propuesta era reacondicionar el hotel como residencia artística para atraer e inspirar a creadores del mundo. En el sótano del hotel hay un spa; la propuesta era reacondicionarlo para personas con necesidades especiales.
Con la casa taller de restaurante, queríamos crear una ludoteca en la que cada habitación pudiese ser usada para jugar juegos de mesa, videoconsolas, estudiar, empezar un emprendimiento... lo que la gente quisiese. Y gracias a la cocina del bajo, un restaurante popular para la gente mayor del barrio, sola durante el curso escolar. Artístico, educativo, social, participativo, cultural. No pedíamos dinero, solo preguntábamos por la posibilidad de hacerlo para poder crear un presupuesto. Los querían vender porque eran proyectos del antiguo alcalde.
Antes de estas últimas elecciones, preparé una carta de compromiso con cinco puntos para que el pueblo tenga más transparencia, participación y oportunidades culturales. Fui a ver a todos los partidos políticos. Izquierda Unida no quiso firmar porque "de todas formas ya lo hacen" y yo soy del cortijero. El PSOE no firmó porque tenían guerra interna entre sus concejales, que duró hasta hace unos meses. El partido del cortijero firmó. Y el alcalde firmó tras decirle quién lo había firmado diciendo "por supuesto, en elecciones se firma cualquier cosa".
Cuando en estas últimas elecciones ganaron con mayoría absoluta, pasé semanas preparando la mejor propuesta posible. Me recibieron hace un año, celebrando que querían nuestras ideas porque, como ya sabíamos, se gastaron todo el presupuesto del año en fiestas para ganar las elecciones. Les salió muy bien, pero no podían hacer nada más. Estábamos abriendo todo el verano la casa de la juventud, no nos dieron 120 euros para juegos de mesa; meses más tarde compraron una televisión gigante, materiales y pintaron la sala de su azul por 7000 euros.
La propuesta incluía dos proyectos, del Consejo de Europa y de la Comisión Europea. El primero era para financiar la creación de un consejo de la juventud que co-gestione juventud, siguiendo el ejemplo del Consejo de Europa, con formaciones, ayuda jurídica y dos conferencias, una nacional y otra internacional. El segundo era para hermanarse con una ciudad de Ucrania, con el Consejo de la Juventud de Ucrania, y hacer viajes y actividades conjuntas durante el año. Pensaba que no podía haber mejor regalo de inicio de mandato que este combo.
Fui toreado durante más de un año con el plan más sencillo: alagar la idea, no decir que no, pero nunca hacer nada. Posponer reuniones para que pasen semanas, pedir una pregunta más con cada email, respondidos con cada vez más distancia. Desgaste sin esfuerzo hasta que desistí. Trabajadores públicos explicándome que si aún no me han preguntado cuánto se llevan ellos es que realmente se creen "lo de los derechos humanos" y no van a hacer nada conmigo. Empresarios, sorprendidos al oír sobre los valores de la fundación, preguntando qué me pidieron en el ayuntamiento para ellos. Constante recuerdo.
Todo el pueblo sabe y tiene mil ejemplos de cómo el ayuntamiento es corrupto. Escuchando a la antigua alcaldesa explicar cómo lo importante es decir que va a hacerse un proyecto grande, porque entonces se cobra, se está entretenido unos años y luego ya si se hace, qué importa. Concejales peleándose por presupuestos para repartir a sus amigos, de vez en cuando contratando a alguien o pagándoles parte del alquiler, a dedo, y si hay licitaciones, estas salen sin anuncio y avisando por privado. No es algo que a nadie le sorprenda, es algo que nadie niega y está en la conversación diaria.
Llevo seis meses sin intentar nada con el ayuntamiento, sin perder el tiempo, sin mostrar esperanza de que se puede lograr algo. Con el nuevo tiempo disponible, tras una residencia artística fabulosa para diseñadores de escape room (a los que el ayuntamiento no les quiso dejar un espacio para crear una escape room gratuita para toda la juventud del pueblo), empezamos a hablar con distintos colectivos de arte y música y pensamos en un proyecto para tener una alternativa a festivales durante este verano.
En un pueblo cercano conseguimos un gran espacio, con un pequeño equipo empezamos a mover la idea con muy buena recepción. ¿Existe una escena cultural y artística propia en esta parte de España? Llegamos a bastantes colectivos, lo teníamos todo menos audiencia, nadie compraba las entradas, tuvimos una participación mínima en sorteos, poner buses no cambiaba nada.
Por algún motivo ese proyecto tampoco cuajaba entre la gente y no lográbamos vender entradas. Esta noche hablamos de que no tenemos público y no se va a poder hacer. Antes de hablar de opciones, el chico gracias al que todo empezó, aunque después no arrancase, al ver que no va a ocurrir el evento, se sale del grupo de coordinación y me dice que ya sabía que al ayuntamiento no le gusto, que tenía que haber visto que yo huelo raro y no soy trigo limpio, hasta que me va a denunciar al cuartel.
Creo que no podía haber recibido un insulto peor tras haber invertido tanto tiempo, convirtiendo esto en más de un año de trabajo, sin ningún ingreso y posponiendo proyectos constantemente hasta cancelarlos tras infinitos retrasos. Tenía que sacármelo.
Media hora antes, estaba en una reunión con dos empresarios que querían hacer una donación a la fundación y colaborar en un proyecto. En realidad, buscaban una fundación que pusiese la cara y el sello de mecenazgo y cultura del ministerio para recibir una donación de un millón de euros, que decían desgravaría al 120%, aunque yo pensaba que 40% es el máximo. La primera condición era contratarles como consultores con un contrato de medio millón y contratar el otro medio millón con la empresa de uno de ellos para hacer realmente un proyecto de 150.000 euros. La fundación pondría la cara y quizás se quedaría con 15.000 euros.
Hacía falta firmar un contrato de confidencialidad para saber los detalles del proyecto. Intenté entender la situación y cómo algo así sería posible. Pregunté y compartí. Paró la conversación diciendo que no nos íbamos a entender coordinando el proyecto. "Que me vaya a ganar el Nobel de la Paz", fue como se despidió.
Y tras intentar soltarlo todo y que suene coherente, no me siento menos pequeño y solo. No puede ser todo corrupción, chanchullos, vaguear y mínimo esfuerzo. Ya es bastante frustrante que hayamos evolucionado de erguirnos para comer una fruta a madrugar para pagar impuestos. ¿No es más sencillo encontrar juntos una alternativa más cómoda que alargarlo y hacerlo más difícil para el resto y nosotros mismos?
Hoy hay elecciones en México y ofrezco a quien le interese un perfil sobre la futura presidenta, Claudia Sheinbaum. No es un ejercicio imparcial, aclaro, ya que soy militante de Morena, el partido de Claudia.
Claudia Sheinbaum, candidata presidencial de la coalición encabezada por el gobernante partido Morena, se encamina a ser electa como la primera presidenta en la historia de México.
Con una ventaja promedio de más de 20 puntos durante todo el proceso electoral, intención de voto mayor al 50%, y una aprobación del presidente en funciones, Andrés Manuel López Obrador, de entre 60 y 70%, parece que el asunto está definido, y tenemos la situación insólita de la coalición “Sigamos haciendo historia” concentrando sus esfuerzos y estrategias en lograr la ansiada mayoría calificada (dos terceras partes) en la cámara de diputados y de la de senadores, mientras la oposición se concentra en ensayar denuncias de “fraude” o “elección de estado”.
Claudia es una política que ha sido central desde el año 2000 en eso que en México se llama –por propios y extraños– obradorismo, aunque AMLO haya buscado, en realidad con poco éxito, renombrar el movimiento por algo menos personalista como “humanismo mexicano”.
Su llegada a la presidencia despierta interés especial por varias particularidades: será la primera mujer presidenta, la primera persona científica en ocupar esa responsabilidad (es física con posgrados y publicaciones relevantes en ingeniería energética), y tampoco ocupó nunca la presidencia otra persona de origen judío (sus cuatro abuelos fueron migrantes judíos laicos y comunistas que llegaron a México en el contexto del fascismo en Europa). Claudia también proviene, a diferencia de cualquier otro presidente, AMLO incluido, de una cultura claramente de izquierda.
Su programa, denominado en un inicio de “continuidad con cambio” (luego cambió el eslogan, pero ese creo que refleja bien lo que propone), se plantea abiertamente como la continuación del proyecto del presidente López Obrador, con cambios en el enfoque al combate a la violencia, el manejo de la energía y la atención a demandas del movimiento feminista.
Llega con una notable experiencia de gobierno, aunque acotada a la capital del país, donde fue jefa de gobierno, alcaldesa y funcionaria de alto nivel (justo en el gobierno de AMLO de 2000 a 2005) y recibirá un país en mejores condiciones de gobernabilidad, estabilidad económica y seguridad respecto al México que recibió AMLO en 2018.
Particularmente, su partido ahora gobernará la mayor parte de los estados y alcaldías, y se espera niveles mayores de presencia en las dos cámaras del legislativo federal. También hay una integración del Poder Judicial que, si bien todavía tiene mayoría conservadora, esta no logra ser calificada y la renovación programada de ministros, que ocurre por ley cada año, le permitirá formar una nueva mayoría en 2 o 3 años. Lo mismo en órganos constitucionales autónomos, como el Instituto Nacional Electoral.
En el plano de seguridad, heredará la Guardia Nacional, una corporación policiaca federal con formación militar cuya formación inició con el gobierno de AMLO, que tiene cien mil elementos, cuarteles y recursos que eran inexistentes al inicio del gobierno de López Obrador.
Uno de los puntos donde su propuesta se aparta de lo que hizo el gobierno de AMLO, es que plantea la urgencia de buscar una reforma profunda a todo el sistema de impartición de justicia, que incluya policías, fiscalías y el poder judicial, para buscar reducir los niveles aberrantes de impunidad, cercanos al 95% en homicidios. Su experiencia en la Ciudad de México, donde se redujeron sensiblemente todos los delitos de alto impacto en su mandato, sugiere que es una apuesta correcta. También plantea la incorporación de elementos tecnológicos (como cámaras) que, no obstante son tradicionalmente repudiados por voces de izquierda como invasivos a la privacidad y a la presunción de inocencia, en la CDMX fueron fundamentales para el éxito en la reducción de la violencia y la criminalidad.
En la economía, parece que habrá pocos cambios respecto a una política exitosa del gobierno que termina su gestión en octubre: retomar el papel del estado para realizar inversiones estratégicas, seguir con los aumentos al salario mínimo, seguir con la profundización de la reforma laboral que permitió la formación de sindicatos democráticos y dificultar que las empresas formen sus sindicatos blancos, seguir reconociendo las huelgas ahí donde ocurren (el gobierno anterior de Peña Nieto no reconoció una sola huelga durante todo su sexenio) y mantener las políticas redistributivas con programas universales como la pensión de adultos mayores (una pensión universal no contributiva) y crear otros nuevos, como la beca universal para estudiantes del nivel básico de escuelas públicas.
Esto, al mismo tiempo que se mantiene un déficit bajo o cercano a cero, se amplía la recaudación por medio del combate a la evasión de los grandes capitales y se mantiene la popular política de AMLO de “austeridad republicana” (eliminación de gastos superfluos y lujosos de todos los niveles de gobierno, así como tope salarial general: nadie puede ganar más que el presidente).
El resultado de esa política de AMLO, que se espera continúe, es que se redujo la pobreza y la desigualdad en una magnitud sin precedentes en 30 años (a pesar de la pandemia) y aumentó notablemente el consumo interno, de tal suerte que el crecimiento del mercado interno se convirtió en la principal fuente del dinamismo de la economía, lo que es muy notable, pues no debemos olvidar que México también está recibiendo una gran cantidad de inversión extranjera directa por razones geopolíticas (relocalización de empresas de China a México). Al mismo tiempo, la política laboral permite que, de la llegada de nuevas e importantes inversiones, una “rebanada” mayor se quede en los trabajadores.
Considero que los grandes retos que tendrá que resolver Claudia Sheinbaum, además del problema de la violencia e inseguridad (sin duda, el gran problema del país), tienen con ver con su capacidad de conducción política y comunicación más que con su capacidad administrativa. Por lo que se vio de su gobierno en la Ciudad de México, todo hace pensar que tendrá una gestión muy eficaz y exitosa, probablemente más que la de AMLO, pero no queda claro que pueda conducir políticamente al muy diverso ideológicamente “obradorismo”, ni mantener tan a raya como lo hizo AMLO a la derecha. Ya se verá.
Cuando se comienza a participar en una guerra, todo el mundo cree que la estrategía de salida es ganarla y con eso basta, pero lo cierto es que el tema tiene muchas aristas que casi nunca se abordan.
En la Primera Guerra Mundial, por ejemplo, se eligió una salida negociada en la que una de las partes aceptaba unas condiciones draconianas, pero mantenía una maltrecha integridad territorial y mantenía una menguada soberanía, sin que tropas extranjeras ocupasen su territorio, con algunas salvedades menores.
La idea, como sabemos, no se demostró muy brillante porque, veinte años después, los vencidos fueron capaces de organizar una guerra al menos tan grande como la anterior, poniendo contra las cuerdas a medio mundo. La salida a esa guerra fue el desmembramiento del país y su ocupación por los vencedores, aunque luego se considerase más interesante devolverle su soberanía. A menudo se dice, y yo opino que con razón, que fue la Unión Soviética quien derrotó a la Alemania nazi, pero también fue la existencia de la Unión Soviética lo que permitió a Alemania recuperarse en menos de diez años para volver a ser la primera potebncia industrial de Europa. Sin la Unión Soviética, y el temor que provocaba en Occidente, la salida a esa guerra hubiese sido el aplastamiento y desindustrialización definitivos de Alemania, convertida en un estado desmilitarizado y agrícola.
A partir de ese punto, Occidente ha demostrado que no tiene una estrategia clara de salida para las guerras en las que combate, y eso está resultando absolutamente catastrófico. La última vez que algo grande salió medio bien fue en la guerra de Corea. Se consiguieron unas tablas en lo militar, se invirtieron cantidades descomunales en Corea del Sur y ese país experimentó un tremendo desarrollo y sigue perteneciendo a la esfera económica y política occidental.
Luego vino Vietnam, donde se intentó más o menos lo mismo, con resultados desastrosos, especialmente en lo militar.
A menor escala, tenemos las diversas guerras israelíes contra su vecino. Su estrategia de salida era vencer, ocupar territorios y ganar un colchón de seguridad. Les salió aceptablemente bien.
¿Y después? ¿Cual ha sido la estrategia de salida de Occidente?
Libia, un desastre absoluto. Se derroca a Gadafi pero no se consolida el dominio sobre el territorio, ni sobre los recursos, ni sobre nada. El país se convierte en un avispero gobernado por un puñado de señores de la guerra y en un hervidero social. Catástrofe. ¿Qué estrategia de salida había ahí? Ninguna. Ni siquiera convertir al país en un satélite o en una colonia. Nada.
¿Irak? ¿Afganistan? Las estrategias de salida fueron tres: por tierra, por mar y por aire. O sea, huir. Te gastas una fortuna, matas a decenas de miles de personas, conquistas el país y no eres capaz, ni de lejos, de estabilizarlo y mantener su control, así sea para explotarlo. Te han costado mucho más de lo que sacaste, no pertenecen a tu bloque y desde luego no simpatizan una mierda contigo. En el caso de Afganistán la burla llegó a ser sangrante: la operación para conquistar el país costó mucho más que su PIB, con lo que hubiese sido mucho más rentable alquilarlo que conquistarlo. Un verdadero despropósito.
¿Y cuál es la estrategia de salida que se plantea a las dos guerras que ahora padecemos? Porque algún día habrá que acabar con esas guerras.
Ucrania. ¿Cómo planea Occidente poner fin a esa guerra ahora? ¿Convenciendo a los rusos de que dejen de invadir el país? Cojonudo. Las sanciones no han funcionado. Vencer a Rusia en el campo de batalla no parece muy factible sin mandar tropas sobre el terreno. ¿Qué han pensado entonces nuestros geniales dirigentes para poner fin a esa guerra? ¿Meternos has el cuello en la guerra? ¿Organizar una barbacoa nuclear que nos incinere a todos? ¿Rendirse un poco más tarde en vez de un poco más pronto? ¿Ganar tiempo a ver si sucede algún milagro que nos permita salvar la cara y de paso también el culo? ¿Qué estrategia de salida hay? Me temo que ninguna.
Gaza. ¿Y qué están pensando aquí los israelíes? Cuando mataron a los 10.000 primeros palestinos, hubo mucha gente que miró para otro lado. Cuando van ya por los 35.000, empiezan a llegar las facturas en forma de países y personajes díscolos que no aceptan semejante atrocidad. Pero el caso es que allí viven dos millones y medio de palestinos y las fuerzas israelíes están causando destrozos de tal magnitud que muy posiblemente la franja sea inhabitable. ¿Qué considera Israel una victoria que permita poner fin a la guerra? ¿Matar a dos millones y medio de personas? ¿Hacerlas morir de hambre, sed y enfermedades? ¿Convertirlas en refugiados y enviarlas con un lazo a otros países como regalo? ¿Qué estrategia de salida tiene el gobierno de Netanyahu? Pues también me temo que ninguna. Que van allí a destruirlo todo, pero no han pensado nada aún para el día después.
Y así es como se pierden una veces las guerras y se pierde otras veces la paz.
Así es como nos vamos a tomar por saco.
Siempre que voy a visitar una ciudad nueva priorizo dedicar tiempo a los mejores museos de la ciudad, incluso en ocasiones es lo único que me da tiempo a visitar de la misma, paseo céntrico aparte. Reconozco que soy un turista atípico en los tiempos que corren (igual esta era la visita típica de nuestros mayores pero yo veo a gente más preocupada en hacerse la foto insta de turno frente al monumento típico de turno), y es que disfruto mucho aprendiendo de las raíces del lugar, su arte y cultura. No me gusta tanto las visitas guiadas, me estresan y saturan, prefiero documentarme por mí mismo en el lugar o, mejor aún, prepararme la visita previamente. Siento especial debilidad por los museos de ciencia, donde disfruto especialmente cuando descubro una nueva demostración ingeniosa de alguna característica natural o del cosmos.
Dicho lo cual, hace años que noto que los museos en general (y cualquier cosa cultural en particular) está enfocada de forma muy directa a la infancia, al punto que llega a rozar lo ridículo/demasiado infantil
en ocasiones. Los zoos directamente parecen un parque de atracciones para padres con niños, y los museos de ciencia usan un lenguaje extremadamente infantil, como si se hubieran diseñado expresamente para niños. La realidad es que, al margen de los abuelos del inserso y los guiris que quieren ver algo del sitio, los niños copan esos lugares, no respetan el silencio que debería de reinar en un museo y muchas veces es verdaderamente odioso los niños pequeños que se aburren y lloran sin parar. ¿Por qué se enfoca tanto en ese público y tan poco en la gente verdaderamente interesada en la cultura, el arte y la ciencia?
La cosa ha ido a más, y sin embargo no es algo que vea en todos los países visitados, pero sí es una tendencia mundial desde hace un tiempo. Y aunque creo que debería de reservarse espacios para que los pequeños disfruten, los adultos interesados en la cultura debería de ser la "clientela" que debería de cuidarse y deberia de ser más estricto con las normas de educación del lugar y respetar aquellas personas que realmente visitan los lugares con interés y quieren disfrutar de ello en silencio.
Capítulo aparte merecen los posers y candidatos a influencers que solo van a hacerse la foto selfie al lado de los cuadros famosos, aunque eso es otra historia.
Todas estas reflexiones me surgieron tras una exposición de Caixaforum con la excusa de Leonardo Da Vinci en la que solo habia un vídeo de corte mindfullness con frasecitas motivadoras y luego juegos de ingenio lejanamente inspiradas en da Vinci, todo dirigido y hablado hacia niños de una manera vergonzosamente infantil. Y mi reciente visita al museo de ciencias de Valencia (además del oceanografic) también me ha reafirmado en mi teoría.
Para terminar mis reflexiones (sin más intención de dejarlas plasmadas en alguna parte) mi propuesta es darle (o recuperar) un aire más adulto a los museos, recuperar su solemnidad (hacer respetar el silencio) y su labor divulgativa y dejen de "tratar de entretener educando" a niños como principal objetivo con poco interés en aprender algo salvo aporrear todo lo que tienen delante. Si hay niños con interés aprenderán si la información está bien presentada. Y ya puestos, si los padres piensan que sus hijos serán más listos solo con ir al museo van muy poco encaminados.
Llegamos a la "jornada de reflexión" de las elecciones europeas, y terminada la campaña electoral, podemos concluir cuál ha sido el leitmotiv de cada uno de los partidos políticos para ganarse el voto de los ciudadanos. Todos hemos visto esos horrendos carteles que afean las ciudades con frases y eslóganes insulsos junto a una foto del candidato y, llegados a este punto, uno se pregunta por qué no son más honestos.
Pues bien, he aquí una lista de carteles electorales honestos. Los que todos deberíamos haber visto porque, total, tampoco es que cayeran de sorpresa a nadie.
En multitud de ocasiones lees en comentarios por aquí que hay diferencias entre las penas que se aplican por violencia de género frente a las que se aplican por violencia doméstica. ¿Es eso cierto?
La respuesta corta es: Sí.
Las hay, pero ¿Cuáles son?
Los delitos de: amenaza leve con armas, coacciones leves, lesiones leves y malos tratos sin lesión. Tienen penas inferiores si se castigan como violencia de género o como violencia doméstica. Lo que ocurre es que estos delitos castigados como violencia de género, la pena máxima que pueden recibir es de un año de cárcel, por lo tanto, es prácticamente imposible que se entre en la cárcel.
De hecho, la pena máxima para estos delitos castigados como violencia doméstica es la misma. ¿Cuál es la diferencia entonces que antes he dicho que hay? La diferencia es en la pena mínima, en violencia de género es de 6 meses y en violencia doméstica de 3.
Por lo tanto, la respuesta larga es: Sí, hay diferentes penas en algunos delitos según se castiguen como violencia de género o violencia doméstica, pero, en la práctica, esas diferencias son irrelevantes y solo afectan a los delitos leves. En el caso de delitos graves, las penas son exactamente las mismas.
Como entiendo que no se trata de que os fieis de mi palabra, esta es la fuente de donde he sacado los datos para este artículo.
alserviciosjuridicos.com/2021/04/28/violencia-domestica-y-violencia-de
Libertad Publicó ayer un su portada un gráfico de barras sobre el resultado de las elecciones catalanas no proporcional. Es fácil ver que las barras si van en tamaño descendente, pero su tamaño no guarda ninguna proporcionalidad con los resultados.. El gráfico correcto debería de verse de esta forma:
Y dentro, también, que hay que empezar por ahí. Pero lo de los partidos que tratan de romper ese turnismo casi decimonónico que padecemos, es para llevarlos a una asesoría cualquiera a ver si, hablando con la secretaria, o con la señora de limpieza, son capaces de diseñar una estrategia de partido que parezca un poco mejor que la que elegiría un chimpancé ante una pantalla de colores.
Empezamos por donde queráis. Ciudadanos, por ejemplo.
¿A quién se le ocurre estar en la posición en que estuvieron y decirles a sus electores que votarlos a ellos era como votar a Ecoembes, porque su voto se iba a reciclar o más probablemente a incinerar? ¿Qué clase de cálculos hicieron en sus conciliábulos para tomar las decisiones que tomaron? ¿Y quién tomó esas decisiones? El amo o el enemigo, o ambos. Otra cosa no se entiende.
Luego tenemos a los de Vox, que van de culo, cuesta abajo y sin frenos, por una especie de afán de autoinmolación. Parece que no les queda claro que sus votantes son los del PP, esa parte del PP que cree que los dirigentes populares son unos pichaflojas y unos vendidos a la trinchera cultural zurda, junto a todo un montón de españoles de clase obrera que se siente nacionalista español y conservador en lo social. Y en vez de nadar entre dos aguas y atraer a toda la inmensa horda de rojipardos que votan a la izquierda, se enrocan bajo palio y disparan caspa franquista. ¿Cómo creen que por ese camino les va ir mejor que Blas Piñar, que por cierto era mucho mejor político que Santiago Abascal? La esquizofrenia del partido, de la que ya hablé el otro día, les obligaríaa manejar una fuerte transversalidad, pero en vez de eso parece que quieren destilar las esencia del Varon Dandy y eliminar a todo el que no sea lo bastante cristofascista para unirse a su procesión. Y se meterán la hostia, como corresponde.
¿Y qué decir de Podemos? Les atacan, les machacan, sí, lo que queráis, ¿Pero no hay alguna manera de guardar un rato el piolet para no dar el puto espectáculo lamentable que están dando? Mareas, Sumar, Podemos, grupos de presión animalistas, ecologistas, feministas (estas a saco) y el ego ciputado y viril de Pablo Iglesias, que embiste como un Victorino a cualquiera que se atreva a llevarle la contraria. No es de extrañar que Yolanda, comunista de toda la vida, les acabe pasando por encima, proque tendrá o no razón, pero al menos tiene un poco de disciplina y entiende que un partido político no es un club de tenis. ¿Cómo piensan que dividiendo un electorado ya de pro sí escaso van a conseguir nada? ¿Cómo creen que sancionando y expulsando a todo Cristo van a aglutinar voluntades?
A veces pienso que todo estos partuidos los funda alguien, una mano negra, que pretende sostener el bipartidismo a toda cosa. Luefgo recuerdo que eso es una magufada conspiranoica y se me pasa. Se me pasa, pero no mucho.
Mucho se está hablando —al menos por aquí— sobre las últimas declaraciones de Tejero. Este no va a ser un artículo sobre la implicación de Juan Carlos I en el 23F, sino sobre el paradigma de pensamiento que se vislumbra al leer las declaraciones del golpista.
En efecto, el artículo termina con las siguientes palabras:
El autor [del] Golpe de Estado fallido de la democracia, explica que en la actualidad es partidario de un gobierno militar, "que pusiera las cosas en su sitio", aunque no esconde su simpatía por el Partido Popular. "No me gusta ese galaico, pero… acepto el PP como mal menor", insiste.
Cabe preguntarse cuántos de nuestros conciudadanos, en su fuero interno, comparten deseos similares, esto es, un gobierno dictatorial que imponga a los de su cuerda, acabando de esa forma con la fastidiosa alternancia política propia de las democracias. Sería ilustrativo saber cuántos españoles acuden a las urnas con la misma mentalidad que el frustrado golpista, votando a tal o cual partido como un mal menor; como lo posible frente a lo deseable, que no es otra cosa que un gobierno autoritario que imponga el orden natural de las cosas, es decir, la ideología propia que, por supuesto, es la única correcta.
Probablemente, somos menos de los que sería deseable quienes realmente defendemos un sistema democrático —aunque pueda considerarse “democracia bajo mínimos”, como es el caso— y que vivimos en una época de retroceso en este ámbito, pues se multiplica el número de quienes consideran que este sistema es un lujo superfluo que nos podemos permitir eliminar.
Tal vez se haya olvidado cuál es la ventaja principal de vivir en una democracia. Es el único sistema en el que se pueden garantizar, con todas las salvedades que se quiera incluir, eso que llamamos derechos humanos. Ninguna dictadura puede existir sin ejercer el terror sobre sus ciudadanos. Dictadura y represión siempre andarán de la mano: se puede comprobar empíricamente intentando identificar alguna donde la represión no exista. Puede sonar a sarcasmo afirmar lo anterior en el contexto en el que nos hallamos, el de la democracia israelí perpetrando crímenes de guerra, pero recordemos dos cosas. En primer lugar, que estas acciones se producen tras un proceso de retroceso democrático, lo cual no es casualidad. En segundo término, que gracias al sistema democrático los ciudadanos israelís podrán pedirle cuentas al gobierno en las urnas. Más democracia, y no menos, frenaría la deriva autoritaria y represiva.
"Los Tejero" suelen argumentar que la democracia no garantiza que las decisiones que se tomen sean las adecuadas, que es permisiva con comportamientos indeseados, que es costosa, timorata y que cae presa de las minorías. No obstante, no fue concebida como un sistema de óptimo gobierno, sino como un método eficaz de evitar la tiranía.
El debate no es nuevo; todo ha ocurrido ya. Los filósofos griegos elaboraban diversas explicaciones de los ciclos políticos que parecían repetirse eternamente. Si partían de una tiranía, era inevitable que el poder se fuera descentralizando y repartiéndose entre los notables, pasando a una aristocracia o una oligarquía, es decir, el poder de unos pocos. Siguiendo la misma lógica, el pueblo exigía que el poder continuase su distribución, pudiendo llegar así a la democracia. Los excesos de esta llevaban al populismo, del cual "los Tejero" del mundo clásico prometían solucionar (en una tarde y con dos cojones) volviendo a instaurar la tiranía. De este modo, el ciclo comenzaba de nuevo. Parece que no hemos podido romperlo y los aspirantes a tirano y sus palmeros siguen ciegamente despreciando las ventajas de la libertad, soñando con imponer su dictadura salvífica y conformándose con emponzoñar la democracia a modo de premio de consuelo. Lamentablemente, su forma de ver el mundo es menos marginal de lo que sería deseable y la naturaleza humana nos lleva a repetir, como una condena, los mismos ciclos con diferente atrezo.
En bastantes ocasiones que pongo gráficos manipulados se me alega que no es una verdadera manipulación ya que se trata de haber realizado truncado en el eje vertical, que no es una técnica que sea errónea, pero si exagera las variaciones. Pero en el gráfico anterior de La Razón tenemos un buen ejemplo donde se puede apreciar que ha habido una acción deliberada para alterar el gráfico. Al observar el gráfico podríamos pensar que también se ha aplicado el truncado del eje vertical para exagerar las diferencias de productividad de España y los otros tres países, pero observemos que ocurre cuando se realiza así (he mantenido las etiquetas del eje vertical para apreciar mejor el efecto).
Claramente observamos que se han exagerado las variaciones, pero no sólo las referidas a España, sino también las de los otros tres países, pero el gráfico es bastante diferente del publicado. ¿Qué ha ocurrido entonces?. Si observamos como quedaría el gráfico sin truncado del eje vertical, quedará claro.
El gráfico de La Razón se hizo realmente sin ningún truncado del eje vertical, pero alguien debió pensar que la columna de España quedaba demasiado cercana a las de los otros tres países, por lo que la redujo hasta mas o menos la décima parte de la altura que debía tener, pero manteniendo las otras.
Un buen ejemplo de gráfico manipulado: 49.778 aparente ser más del doble que 31.961. Si nos vamos al eje vertical vemos la explicación: han cambiado la escala y lo que equivalía a 30.000 pasa luego a ser 10.000. Si el gráfico se hubiera realizado correctamente, sería algo como esto:
menéame