La guinda del pastel la puso, como no, Isabel Díaz Ayuso. La presidenta madrileña agitó el debate tras ser acusada por la oposición de callar frente a la escalada de agresiones homófobas en todo el país. "Veo mal la inversión de la carga de la prueba, y acusar, sin motivos, sin pruebas, como ha pasado con el chico de Galicia. Es curiosa la lógica de la izquierda... si matan a un chico en Galicia, es culpa mía", ironizó la dirigente autonómica, cinco días después del crimen.