A Woody Allen ha terminado por alcanzarlo la maldición que lanzó sobre Robin Williams en Deconstructing Harry: haga lo que haga, a partir de ahora, siempre aparecerá desenfocado. Una acusación de pederastia repetida una y otra vez por su hija Dylan Farrow se lo ha llevado por delante en medio de la campaña contra abusos sexuales desatada por el caso Weinstein. Poco importa que en su día esa acusación fuese desestimada por un juez tras una investigación que duró más de seis meses.
|
etiquetas: woody allen , caso weinstein , pederastia , acoso