El incidente, confirmado hoy por un portavoz de la aerolínea, se produjo el 5 de noviembre en un Airbus A321 que llevaba 109 pasajeros que se dirigían desde Bilbao a la capital bávara. El avión de Lufthansa que cubría la línea Bilbao-Múnich estuvo a punto de precipitarse a tierra, cuando los sensores del aparato se congelaron y enviaron datos erróneos al sistema de navegación que hicieron descender al avión a una velocidad de 1.000 metros por minuto. Sólo recuperaron el control y evitaron el desastre al apagar la computadora de abordo.
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