Empezó la noche de bodas. Fue el primer día que la violó. Ella ya era su mujer. Acababa de decirlo el cura. Y, por lo tanto, tenía derecho a poseerla. Cuando se fueron los invitados, Rainbow forzó a su esposa Penny. "Es tu deber darme sexo", le dijo. ¿Qué iba a hacer ella? Lo quería. Y cedió. Así durante años. No importaba que ella no quisiera. "Tengo derecho a tener sexo contigo, eres mi esposa". Durante mucho tiempo ella creyó que era así. Que tenía que someterse a los designios de Rainbow. Al fin y al cabo, estaban casados...
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