“Así lo entiende buena parte de la población blanca estadounidense que cuando ve a una persona negra comprando en un comercio o mirando escaparates, llama a la policía y la acusa de estar robando. Entienden que la policía no solo está para servirles y protegerles a ellos, sino también para mantener el status quo de su supremacía. Unas llamadas que terminan costando vidas negras en muchos casos”, reflexiona Browne, profesora asociada del Departamento de Estudios africanos y de la diáspora africana.
|
etiquetas: simone browne , vigilancia biométrica , tráfico de esclavos