La pasada noche saque a mi perro a pasear y, de imprevisto, un tumulto encapirotado se cruzó a nuestro paso aporreando los tambores como si no hubiera un mañana. El pobre animal, creyéndose sin duda presa de alucinaciones, entró en pánico y me arrastró de nuevo hasta mi casa.
|
etiquetas: laicismo , fanatismo , religión