Con su figura frágil (pesa apenas 53 kilos) y su verbo prudente pero que no teme a la confrontación, Marina Silva se encuentra a las puertas de dirigir al quinto país más grande del planeta. Fue analfabeta hasta los 16 años, se preparó para ser monja, fue empleada doméstica, profesora y recibió el título universitario de historiadora antes de entrar a formar parte del mundo de la política de la mano del asesinado líder ecologista Chico Mendes, a quien ayudó a defender la Amazonía.