Las denuncias llovieron durante meses en los alrededores de la casa del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, cuando se puso fin al confinamiento y decenas de personas decidieron acercarse hasta Galapagar para protestar por la gestión gubernamental de la pandemia. Desde entonces, la Guardia Civil no ha dejado de multar a todos aquellos que pasean por las inmediaciones de la finca «por orden de Iglesias»... Dos de estas personas, Ascensión y Claudina, tuvieron que pasar por los juzgados acusadas de cometer un delito de resistencia...