(...) De verdad que es un desaguisado muy gordo esto de la realidad laboral en España: Los trabajadores indefinidos, que son auténticos profesionales del escaqueo; los liberados sindicales, los sindicalistas por comodidad e incluso los sindicatos; los funcionarios del Estado, expertos en tomar café en las horas en las que hacen falta; los trabajadores que aun teniendo empleo son pobres; los explotados y la estafa de las profesiones liberales, con su cuota de autónomos, su frágil margen de beneficio y su constante y doloroso timo vital.