Este nuevo concepto nace para dar respuesta a necesidades que pueden requerir algunas empresas para superar diversas situaciones, como pueden ser: reestructuraciones internas, reflotamiento de empresas, fusiones, crisis empresariales, etc. Asimismo, puede ser una gran ventaja para aquellas compañías que disponen de una estructura gerencial pequeña y que necesitan a un directivo para que esté al frente de un proyecto en concreto.