La nueva Ley de Movilidad Sostenible y Financiación del Transporte, que el Ejecutivo lleva al Consejo de Ministros este martes, abre la puerta a que los ayuntamientos puedan establecer, si lo desean, una tasa para la circulación de vehículos en las zonas de bajas emisiones (ZBE). La llamada “tasa de congestión” se aplica ya en algunas ciudades europeas como Estocolmo, Oslo, Gotemburgo (Suecia), Milán y Londres, y consiste en que los vehículos deben pagar para acceder al área central de la ciudad —con algunas excepciones, como los de residentes