Tras dos semanas de protestas ininterrumpidas en la calle Ferraz de Madrid, no son pocos los casos de abuso policial que periodistas y ciudadanos han podido contemplar y sufrir en sus propias carnes. Días de disturbios se alternan con jornadas pacíficas, mientras que españoles de toda edad y condición, mantienen la presión frente a la sede del PSOE. En las concentraciones se juntan muchos jóvenes, pero también gente mayor, que sufren las consecuencias de cargas policiales precipitadas y del uso de material antidisturbios inapropiado para (...)