La reforma agraria en Extremadura es urgente y la propuesta concreta debe pasar por asegurar el acceso a la tierra a la población extremeña, o de cualquier procedencia, para poder instalarse en una región desangrada por la emigración. El latifundio es el peso muerto de la dominación de siglos que inmoviliza el presente de Extremadura y bloquea cualquier transformación posible. Casi cuarenta y dos mil hectáreas en manos de cinco personas -además de una cifra con muchos ceros en subvenciones púbicas de la PAC.
|
etiquetas: reforma agraria , extremadura