Conducir algo más de 3.000 kilómetros hasta la frontera de Polonia con Ucrania para recoger a cuatro personas que huyen de la guerra. Ese era el objetivo de Francisco José González. Fran, como le llama todo el mundo, tiene 34 años y vive en un santuario de animales, Dharma, que fundó hace un año en Ciudad Real. El pasado jueves a mediodía decidió coger su coche eléctrico y poner el navegador hasta la ciudad polaca de Przemyśl. El motivo de este viaje no era otro que ofrecer comida caliente, agua y un techo donde dormir a cuatro ucranianos.
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