Ya no es disparar sobre una especie protegida sino es además hacerlo en unas fechas en la que las escopetas están colgadas- salvo alguna excepción- hasta llegada la media veda. En un mes donde el campo languidece por el sol y la ausencia de precipitaciones, la inquina sin justificación no tiene fin. Visto lo visto y viendo de primera mano cual es el motivo de la mayoría de los ingresos en el hospital nos invade la pregunta de realmente quién es la disparada…
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