Me dejan planchada esto que llaman debates y que no consisten sino en monólogos, o como mucho contrarréplicas, y que parecen tan inanes como la madera que forra las paredes y las bancadas del Hemipléjico, antes conocido como Hemiciclo. ¿Cómo es posible que hayamos alumbrado y elegido a esta reata de mediocres inflados de vanidad y encasquetados en la sordera?
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