Integrantes de la organización ecologista invitaron a los representantes del organismo a beber de las botellas después de que la Cámara minera asegurase en un comunicado que es inocua para la salud humana y el ecosistema. El personal de la Cámara rechazó la invitación. Un análisis realizado en San Finx a finales de agosto evidenciaba que los niveles de cadmio, sustancia tóxica y cancerígena, se situaban 78 veces por encima del nivel máximo que permite la legislación. Los valores de cobre superaban 48 veces el tope legal.
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